lunes, 29 de abril de 2013

Ética e ignominia




Uno tiene la idea de que se han los muchos progresos por la igualdad de la mujer. Hoy las mujeres están en todos los ámbitos de nuestra sociedad y aunque todavía queda mucho camino por recorrer, no cabe la menor duda de las grandes mejorías en sus derechos fundamentales. Sin embargo, de cuando en cuando, en nuestro país hay actitudes cavernícolas y netamente machistas que parecen  retrotraernos al más oscuro pasado. Y en este sentido es de lo más bochornoso el espectáculo que nos ha brindado el PSOE en Ponferrada, quien antepuso aliarse con un acosador para llegar al poder, antes que hacer del caso una cuestión de honor y rechazar de plano los votos de un señor que, por su negro pasado, no merece ocupar ningún cargo público. El ansia de poder, de la que ya habíamos visto tristes y numerosos ejemplos en España, nos sacude de nuevo ahora con el más repulsivo de los espectáculos: llegar a una alcaldía gracias a un acosador que fue juzgado y condenado y que, sin embargo, consiguió 6000 votos entre sus ciudadanos, y se pasea por las calles de Ponferrada como si tal cosa, mientras Nevenka, su víctima, se tuvo que ir a vivir a Inglaterra para no soportar la presión mediática, tanto de personas afines a su grupo político (PP), como de vecinos. 

         Triste aniversario del día de la mujer trabajadora en Ponferrada cuando, ese mismo día, la dignidad de la mujer se pisoteó  de esta forma, para alzar al poder a quienes apoyan a un hombre sin escrúpulos. Al parecer nada han dicho las asociaciones de la  mujer del municipio. Nulas las muestras de apoyo a la ex -concejal del PP que tuvo que abandonar su pueblo. 

Atrincherados en sectarismos políticos,  con el único afán de gobernar a toda costa, ni los de un bando ni los del otro han alzado la voz  para defender la dignidad de la mujer y no permitir que el acosador pueda presentarse de nuevo a unas elecciones. 

         Nada de eso parece importar. El acosador se volvió a presentar a las elecciones , sacó 6000 votos y, ahora, a través de una persona de su confianza y  gracias al PSOE, gobernará en el municipio.
         Hay algo enfermo en esta sociedad nuestra. Cuando se trata de aniversarios los políticos son los primeros en lanzar bonitos discursos. Las mujeres son lo mejor. Hay que seguir luchando por la igualdad. No a los malos tratos, no al acoso... Las consignas y las arengas floridas, el baile y la fiesta no faltan en el día de la mujer, pero cuando se trata de defender la dignidad de una mujer concreta, cuando se opta por elegir entre la ética y el partido, se elige al partido. Cuando hay que decidirse entre ostentar un poder que mancha las manos y la moral, a la vista está, se escoge el poder.   
       
  Aquella mujer humillada que se tuvo que ir del pueblo no importa. Aquello ya pasó. Hay que olvidar y perdonar. Pasar página. Eso parecen decir los votantes del acosador. Pero,         ¿todos los acosadores  pueden rehabilitarse?.¿Todos los protagonistas de corrupciones y abusos se vuelven honrados?. Ante la duda, mejor será no quedarse de brazos cruzados como hasta ahora y establecer leyes que impidan que todos esos señores puedan ejercer cargos públicos. No es difícil hacerlo, sin embargo, nadie lo hace. La nausebunda política, que tanto tiene de lo que avergonzarse, que no se sonroja y  sigue mareando la perdiz sin dar un paso. Y así estamos  con la ética del discurso y la ignominia de los hechos.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario